En estos tiempos en que todo pasa de manera muy rápida y se tienen que gestionar múltiples cosas a la vez, seguro que en más de una oportunidad te habrás preguntado ¿Qué hago para poder hacer "más" con la misma cantidad de tiempo? Probablemente al igual que yo, hayas recurrido a diferentes tipos de herramientas y consejos para ser más organizada y gestionar mejor tu día, todo un desafío frente a la ansiada búsqueda de alcanzar un mejor nivel de productividad o rendimiento, meta que muchas veces una misma se impone por querer demostrar que podemos con todo, sin importar las circunstancias.
Estos 2 últimos años, en los que la pandemia nos empujó a experimentar nuevas formas de hacer las cosas, probé varias de las técnicas que leí, o me recomendaron, con el objetivo de alcanzar un nuevo nivel de ritmo, la intensión no era necesariamente ir más rápido, era más bien encontrar un balance, en ese proceso entendí que, si bien es importante probar y probar hasta que alguna de esas te resulte mejor o más efectiva, hay un paso antes que es fundamental, me refiero al "autoconocimiento".
Todos somos diferentes, por lo tanto, lo que le funcionó a una u otra persona, no necesariamente funcione para ti de la misma manera, y lo descubrí ya un poco cansada de cuestionar por qué el método no me llevaba a mi objetivo, y entonces empecé a dejar de tratar de entender el método y pasé a tratar de entender cómo "funcionaba" yo.
Lo primero que pude notar es que, hay determinadas horas o momentos del día en los que siento que mi nivel de energía está muy alta, y otros en los que esta como recién arrancando el motor o simplemente se pone en pausa , al respecto hay muchos estudios que efectivamente señalan, que más importante que organizar tu día o el tiempo qué debes dedicar a cada cosa, es mucho más efectivo saber identificar tus picos de energía y su duración, para agendar en esos espacios de tiempo las tareas o actividades que demandan un alto nivel de concentración o dedicación.