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Aprender a decir que NO

Planificarse y ordenarse. Suena tan simple.


Hace meses mi esposo tomó hora en el registro civil para sacar pasaporte y cédula de identidad a mis hijos. A mi hijo menor le tocaba cerca de mi lugar de trabajo y nos dividimos, yo llevaba al menor, él al mayor.


¡Simple!, pensé. Me agendé debidamente el espacio en mi calendario, no programé reuniones en ese horario, avisé a mi jefe y todo debía ser miel sobre hojuelas, solo tenía que asistir a una reunión y luego me iba a mi casa a hacer teletrabajo ese día…pero bueno…


Ya la semana había partido medio incendiada, tenía fe que lograría mi compromiso con mi esposo e hijo…a mitad de semana se veía complicado lograrlo, pero seguía teniendo fe…un día antes, estaba casi segura que algo pasaría y obvio pasó…mi esposo me ofreció llevarlo él, pero le dijo NO, yo puedo…pero ¿a qué costo? Eso me faltó pensar.



Llego al registro civil, repleto…”las horas son solo referenciales…” pensé que iba a estar todo el día y ya me había puesto malhumorada…justo en ese momento me llaman, una reunión de último momento en la oficina. Corrí, hice el trámite, llegué, dejé a mi hijo con unos compañeros…misión cumplida pensé…pues no!!! Una entrevista para un canal de TV urgente… le digo a mi hijo, es lo último y nos vamos para la casa…llegan las cámaras, periodista, mi hijo…llorando sin consuelo, gritando por ayuda (literal!)…se asustó. Yo, modo avión, hice lo que tenia que hacer y me fui, con toda la espalda tomada, agotada.


Camino a casa pensaba, ¿Qué hice mal? Si me programé, me agendé, ordené. Aprender a decir que NO, que NO puedo. Que ese día era complicado para mi. Recordar que no pasa nada si digo que NO. Me agobié de más y NO era necesario. Pude aceptar la ayuda que me ofrecieron y dije que NO. Definitivamente debo repensar a quién le digo que no.


Aprendizaje, a pesar de que me saqué la capa hace rato, sigue existiendo esa superwoman en mi y si no estoy alerta, aparece en cualquier momento y me agobia con ese inexistente súper poder de creer que puedo hacer todo al mismo tiempo y no aceptar la ayuda que me ofrecen.


No lo olvides…aceptar ayuda y aceptar que no puedes hacer todo, es un bálsamo de humildad que necesitamos de vez en cuando.

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