¿Cómo fue tu experiencia en MDF?

El acercamiento que tuve a MDF fue buscando una instancia de conocer a otras mujeres, de intercambiar experiencias, pero sin mucho conocimiento de cómo eran estos espacios compartidos solamente entre mujeres, me había vinculado con otras mujeres en temas más políticos, más reivindicativos, pero no a través de compartir experiencias de trabajo, de vida, de logros, incorporando también aquellas cosas que no resultaron muy bien, como forma de reconocernos.

Se generó un vínculo de confianza desde la 1a sesión, en un ambiente muy protegido, para expresar todo lo que nos pasaba: lo bueno, lo malo, de qué experiencias aprendimos; creo que ese compartir colectivo fue de mucho crecimiento, el escuchar a través de la experiencia de otras lo que nos pasa en distintos ámbitos y reconocer que muchas veces son patrones de conducta comunes, marcados por la formación, por la cultura.

Como máximo aprendizaje, fue vivenciar a través de prácticas concretas que nos enseñaron, que es posible y sano integrar conscientemente la vida personal con la laboral, aunque parezca obvio, pero es distinto cuando uno aprende a través de determinados hábitos que la vida es una sola, y eso disminuye mucho el estrés, mirar de frente cada día en cada uno de los ámbitos en que nos desenvolvemos y reconocer que es improductivo intentar desdoblarse permanentemente.

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¿Qué significa para ti ser una MDF?

El reconocer la necesidad de vivir en equilibrio en todos los aspectos de la vida: personal, laboral, social, salud, poder integrar todo eso. Estar mirando mi desempeño en los distintos ámbitos con una pretensión de vivir en equilibrio, en control de dónde quiero poner mi energía, a qué me quiero dedicar con más fuerza, qué cosas no agregan nada y es una pérdida de tiempo, de energía y de salud. MDF me permitió integrar eso, la necesidad y práctica, no sólo desde el ejercicio racional sino desde el hacer, y fue súper valioso compartirlo con todo el equipo que hicimos este viaje. Escuchar sus experiencias y desde posiciones laborales, sociales y familiares en pleno desarrollo, en pleno desafío, echándole pa´ delante, para mí eso fue bien bonito del programa, y me quedo mucho con eso: uno puede ser de alto desempeño, una profesional exitosa y lo puedes hacer viviendo en equilibrio con todas las otras facetas de la vida en la que nos desenvolvemos.

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¿Lo recomendarías a otras empresas/mujeres?

Sí, lo recomendaría a mujeres en distintas etapas de su desarrollo, desde edades tempranas, me encantaría recomendárselo a mujeres profesionales que están diseñando su carrera laboral, y que conozcan todo esto, que no haya que pasar por una situación dolorosa, por un estrés, por un desgaste, por culpas … enseñar esto, y creo que somos las mujeres las que podemos enseñarlo, esto no se aprende en un magister, en un diplomado, es extremadamente vivencial en lo colectivo.

Y hacerse el tiempo, todas nosotras, unas más otras menos, nos costaba hacernos el tiempo, pero a la vuelta de un par de sesiones me di cuenta que era valioso ese espacio y cuando terminó pucha que lo eché de menos.

Es una cuestión de mucho valor, la relación que se crea y la comunidad que estamos fortaleciendo, sé que puedo recurrir a Uds., a las otras compañeras con las que hicimos el viaje,  y eso para mí es super valioso.

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"Uno puede ser de alto desempeño, una profesional exitosa y lo puedes hacer viviendo en equilibrio con todas las otras facetas de la vida en la que nos desenvolvemos."

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MDF en una sola palabra: EQUILIBRIO

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#esnuestromomento